miércoles, 27 de junio de 2007

Mi debilidad...

Creerme tuya a la mano de todos y fingir en silencio que no te volveré a ver.
Confiarte demasiado en las guerras y en los triunfos de la pasión.
Reconocerte en la humedad, retroceder a paso estrecho, negociarte sin culpas.
Aprender a la mala manera que la noche es solo un día fraudulento y con sueño atrasado.
Brindarte bajo las sábanas la vida a cada instante, a cada piel.
Las ganas de odiarte, de besarte en la boca, de saltar sobre ti.
Poseer escrúpulos mitómanos y un cuerpo lleno de pretextos y explosión.

Mi debilidad... mi fascinación.