domingo, 1 de marzo de 2009

(Mi terrible gurú, no te fascines tanto...)

Para mi boca,
basta tu espuma sudorosa y delicada
y su fuego infame para celebrar;
acariciándome los labios,
fundiéndose en la piel...

En mi lengua se desbordan los conflictos
que desata tu tibia liquidez en mi verticalidad.