La sorprendí jugando con su gata,
y contemplar causóme maravilla
la mano blanca con la blanca pata,               
de la tarde a la luz que apenas brilla. 
¡Como supo esconder la mojigata,
del mitón tras la negra redecilla,
la punta de marfil que juega y mata,               
con acerados tintes de cuchilla! 
Melindrosa a la par por su compañera
ocultaba también la garra fiera;               
y al rodar (abrazadas) por la alfombra, 
un sonoro reír cruzó el ambiente               
del salón... y brillaron de repente 
¡cuatro puntos de fósforo en la sombra!
Paul Verlaine
ADELANTO DE NOVELA "SI MI AMOR FUERA COMETA"
Hace 10 años



|