martes, 17 de abril de 2007

Lo peor...


Fórjame en tus silencios con la clave del olvido,
muéstrame el rumbo a la vida cotidiana,
desmuestra con alevosía
que destrozarás mi sonrisa por última vez.

Y después de este destierro,
llévate el fuego bendito de mi vientre,
el sudor de mi memoria,
mi vehemente temblor.

¡Sé lo peor... porque yo también lo he sido!

Ve y condena a mis fluidos sin remedio,
porque el adiós ya anunció la despedida.