Fórjame en tus silencios con la clave del olvido,
muéstrame el rumbo a la vida cotidiana,
desmuestra con alevosía
que destrozarás mi sonrisa por última vez.
Y después de este destierro,
llévate el fuego bendito de mi vientre,
el sudor de mi memoria,
mi vehemente temblor.
¡Sé lo peor... porque yo también lo he sido!
Ve y condena a mis fluidos sin remedio,
porque el adiós ya anunció la despedida.
muéstrame el rumbo a la vida cotidiana,
desmuestra con alevosía
que destrozarás mi sonrisa por última vez.
Y después de este destierro,
llévate el fuego bendito de mi vientre,
el sudor de mi memoria,
mi vehemente temblor.
¡Sé lo peor... porque yo también lo he sido!
Ve y condena a mis fluidos sin remedio,
porque el adiós ya anunció la despedida.
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