jueves, 30 de octubre de 2008

Báilame el agua...


Báilame el agua
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto
Sácame de quicio, hazme sufrir…
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida
líbrame de mi estigma
Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres
No me asustes
Vete lejos…pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos
Nota la textura del calor
¿Por cuánto te vendes?
Píllate los dedos
Y deja que te invite a un café.
Caliente claro
Y sin azucar… sin aliento**

viernes, 24 de octubre de 2008

Leyendo...


Aquí unas citas:

Hay dos modos de llegar a mí, mediante los besos o la imaginación.

(...) si no fuera escritora, si no fuera creadora, experimentadora, hubiera sido una esposa fiel. Valoro mucho la fi¬delidad. Pero mi temperamento pertenece a la escritora, no a la mujer.

(...) soy capaz de perversiones delicadas. Amar a un solo hombre o a una sola mujer es encerrarse.

Los escritores le hacen el amor a lo que sea.

Me someto a la vida y luego busco explicaciones hermosas para mi acción.

Manuela...



Eternamente.

jueves, 23 de octubre de 2008

Ciño con mis piernas tus palabras,
a espaldas de un destino que no duerme.
Preciso contraerme,
porque es una magia estar debajo de tu lengua,
viviendo los excesos de huir y hallarte antes de desfallecer.

viernes, 17 de octubre de 2008

Sor Juana Inés de la Cruz

Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Suplico por amor a Dios y de su Purísima Madre, a mis amadas hermanas religiosas que son y en lo adelante fuesen, me encomienden a Dios, que he sido y soy la peor que ha habido. A todas pido perdón por amor a Dios y de su madre. Yo, la peor del mundo: Juana Inés de la Cruz

viernes, 3 de octubre de 2008

miércoles, 1 de octubre de 2008

Aún conservo tu llovizna rebozándome la espalda.
Va apagando con su flujo nuestra cotidianidad.

Me llevo tu recuerdo para atarme
cuando intente reinventarme en los placeres.

Me lo dejo,
y ya no pienso en verterme,aferrada,
a tu inmortalidad...

Porque hubo tiempo,
porque no me sorprendía
que extendieras la nostalgia hasta desaparecer.